Reseña: Te comeré el corazón
Asbel Hernández nos entrega su más reciente libro publicado por Abismos Casa Editorial. En los títulos de los diez relatos que lo conforman predominan los nombres de mujeres, lo cual es ya una pista: Rebeca, Helena, Cecilia, Azucena, Elaine. El índice se completa con El patio interior, Labios de granito, Todo está bien, Segunda muerte y el que da título al libro: Te comeré el corazón.
Lo que une a estas historias es que se habla de mujeres, pero de mujeres en situación, como suele decirse: la situación de la amante que es señalada inquisitorialmente por su propia madre, la situación de una esposa que sospecha que el marido ama a otra y al mismo tiempo se obsesiona con la historia del suicidio de una poeta, otro más en que la madre de la personaje puede ser una condena hasta que forma una familia por elección, los amigos; una madre ligeramente incestuosa que despierta un soterrado horror en su hijo. Y el tormento de la maternidad en una mujer que sólo quiere que le devuelvan su vida: en Todo está bien se cuestiona seriamente el “instinto” materno; en ciertas circunstancias, un hijo puede estorbar, aunque nadie se atreva a decirlo.
Y están los sueños. Vívidos, intensos, realistas. En algunos de estos relatos, el componente onírico no es un elemento azaroso y sin aparente sentido sino que son parte medular de la historia que se nos está narrando: el sueño de Rebeca y su obsesión por la idea de la muerte; los sueños que despiertan a la protagonista de Helena porque le han provocado un dolor físico y contempla una escena erótica que más que excitarla la horroriza; la duermevela de la protagonista infantil en Labios de granito que conduce a una tragedia, o las pesadillas que al fin también son sueños: en el cuento Cecilia el narrador es asediado por las imágenes oníricas, en una de las cuales sueña a su padre quien lo toma de la mano y dice al niño: “No le digas a mamá, es nuestro secreto”, porque están rodeados de varias mujeres desnudas. Ellos están desnudos también. Es el sueño del niño, es el comienzo de su Educación sentimental.
Por otro lado, está la realidad que se convierte en una tragedia: Melisa, la protagonista del cuento que da título al libro, le come figuradamente el corazón el corazón a su pareja asestándole un golpe donde más puede herirlo; reproduce el viejo mito de Medea y destroza el corazón, precisamente, del hombre al que deseó, primero como un capricho, después como una condena.
Las escritoras tienen la cualidad de explorar las partes más profundas y delicadas de las emociones humanas. Asbel Hernández lo hace con la fuerza de su bella prosa casi sin que nos demos cuenta. Las historias que narra parecieran tomadas de la vida diaria y, como sólo lo hacen los grandes escritores, pronto nos tiene atenazados sin darnos oportunidad de escapar. ¿Cómo llegamos a esto?, nos preguntamos. Sí, lo vi venir, pero ¿en qué momento la vida normal se convirtió en esta pesadilla? ¿Una mujer “feliz”, bien casada, sin problemas económicos, obsesionada por el suicidio de una poeta que vivió hace muchos años? ¿Una madre deseando deshacerse de su hijo pequeño porque le roba la vida que tenía antes del nacimiento? ¿La maternidad no es esa realización femenina como se nos ha dicho a lo largo de la historia? ¿Los sueños son el verdadero material del que está hecha nuestra vida? Son algunas de las preguntas que se hace y nos hace Asbel Hernández en su libro de relatos Te comeré el corazón. Un libro fascinante que sacude nuestras creencias más arraigadas y cuestiona, como sólo lo hace la buena literatura.
Colofón: la editorial Abismos ha tenido el buen gusto de incluir en este libro unas bellas ilustraciones de los artistas Evelyn Alarcón y Boris Furlan entre los relatos.
De venta en:
Gandhi (con envío gratis): https://www.gandhi.com.mx/te-comer-eacute-el-coraz-oacute-n
Casa Editorial Abismos : https://www.abismoseditorial.com/product-page/te-comer%C3%A9-el-coraz%C3%B3n
Los invito el Jueves 9 de Septiembre de 2021 a las 18:00 hrs por Facebook Live, donde la autora hablará sobre el proceso de “Te comeré el corazón”.