La memoria ofendida
Casa Editorial Abismos / 2017
Marcel Proust aleccionaba a su ama de llaves, Céleste Albaret, acerca de nuestros orígenes: somos lo que heredamos de los ancestros. Esto dicho muchos años antes del descubrimiento de la doble hélice del material genérico por Watson y Crik: el arte se adelanta a la ciencia, lo sabemos. ¿Seremos entonces lo que fueron los abuelos, tíos y demás antepasados? No tanto. Pero merece la pena reflexionar sobre el hecho a través de un artificio del pensamiento: la imaginación. Imaginemos, pues, que nuestros ancestros fueron así y de este modo, inventamos con un toque, aunque pequeño, de recuerdos. Finalmente, aculemos la paráfrasis de lo dicho por un famoso historiador de cine: la literatura es mejor que la vida.